Maestro Mayor de obras es un técnico especializado en construcciones, que posee una formación integral y conocimientos específicos sobre los procesos constructivos e ingerencias en diseño y sistemas constructivos adecuados al proyecto a ejecutar.
Esencialmente, recibe una instrucción técnica, que si bien es inferior a la dictada en la carrera de Arquitectura (la cual se dicta en Universidades), posee sobre este arte el conocimiento de conceptos fundamentales que le permiten participar activamente, y aún ser autor, de proyectos propios de arquitectura, sin que medie otro profesional en el mismo. En países como España, tiene el nombre de arquitectos técnicos.
El Maestro Mayor de Obra, tiene sobre ello limitaciones en cuanto a superficies proyectadas y alturas, dentro de las cuales puede tener intervención única en el diseño arquitectónico, es decir, el proyecto, análisis de las estructuras resistentes, configuración de las instalaciones básicas sanitarias y otras avanzadas, y también ejercer la dirección de las obras proyectadas por el mismo, o bien por otro profesional, y la representación técnica sobre dicha obra, es decir, la responsabilidad y conciencia de lo construido.
Generalmente, para ejercer la actividad deben ser enrolados en algún Colegio o ente que nuclee a Arquitectos, Ingenieros, Agrimensores, y otros profesionales de la construcción, equiparándose la actividad especialmente con la del Arquitecto, aunque con las limitaciones mencionadas (de las cuales los arquitectos carecen), teniendo igual estatus en las obras de menor escala.
Comúnmente se asocia al estatus de albañil, aunque incorrectamente, dado que este, es un operario más de la gama de los intervinientes en una construcción estándar, como también lo son los electricistas, plomeros, carpinteros. El Maestro Mayor de obras tiene autoridad sobre todos estos, y a su vez, es quien coordina, controla y dirige la actividad de los mismos, al mismo modo que un director de cine, dirige, señala y controla la entrada, participación, y salida de actores en una misma obra. Esencialmente, es el mismo estatus de autoridad.
Indistintamente, se otorga a los maestros mayores de obra una formación más técnica o detallista que la que se otorga al arquitecto, quien cuenta con una perspectiva más artística, y una visión más global o urbanística. Pese a esto, el término involucra tanto colegiados que ejercen un papel equivalente al del arquitecto (siempre dentro del marco permitido por los entes reguladores) como a los que también se equiparan al papel del capataz o “contratista”, participando muchas veces en el proceso de construcción, sin ejercer una posición de autoridad clara y siendo par de los demás participantes, motivo por el cual generalmente el término "maestro mayor de obras" se liga erróneamente al de "albañil".
Debe también diferenciarse al MMO del "técnico constructor", que virtualmente son equivalentes en sus rangos, aunque el Maestro Mayor de obras posee conocimientos sobre arquitectura e ingeniería que el segundo no posee, ya que la incumbencia prácticamente se limita a un papel similar al del albañil, o bien, como capataz o jefe de obra. Generalmente, las autoridades municipales notan esta diferencia, y tal como sucede entre el arquitecto y el maestro mayor de obras (subsuelo, planta baja y tres pisos, con dependencia en terraza.), también al técnico constructor respecto a este último se les sindica un límite de superficies (menor a la del MMO) y alturas inferior (solo construcciones horizontales), siendo estos actores con carácter profesional de menor escala.
Hoy día, puede conocerse al maestro mayor de obras también como "jefe de obra", que no es necesariamente un actor en la construcción de una obra, pero sí tiene injerencia sobre todos los que actúan en ella.
Si desarrolla su trabajo bajo la órbita de un arquitecto o estudio de arquitectura, tiende a ser relegado al papel de "capataz", ignorándose el real estatus y capacidades adquiridas, por ser que el maestro mayor de obras y el arquitecto, a salvedad de la gama de obras en las que sólo este último tiene injerencia, se hallan en franca competencia directa.
Esto, de todas formas, no es un parámetro general, y existen innumerables casos en que se establecieron sociedades entre Arquitectos (diseñando), Ingenieros (calculando) y MMO (dirigiendo), con mucho éxito, con la participación activa de los tres profesionales en sus ramas específicas.
Gentileza de mi amigo y colega Luciano Pedroza
Esencialmente, recibe una instrucción técnica, que si bien es inferior a la dictada en la carrera de Arquitectura (la cual se dicta en Universidades), posee sobre este arte el conocimiento de conceptos fundamentales que le permiten participar activamente, y aún ser autor, de proyectos propios de arquitectura, sin que medie otro profesional en el mismo. En países como España, tiene el nombre de arquitectos técnicos.
El Maestro Mayor de Obra, tiene sobre ello limitaciones en cuanto a superficies proyectadas y alturas, dentro de las cuales puede tener intervención única en el diseño arquitectónico, es decir, el proyecto, análisis de las estructuras resistentes, configuración de las instalaciones básicas sanitarias y otras avanzadas, y también ejercer la dirección de las obras proyectadas por el mismo, o bien por otro profesional, y la representación técnica sobre dicha obra, es decir, la responsabilidad y conciencia de lo construido.
Generalmente, para ejercer la actividad deben ser enrolados en algún Colegio o ente que nuclee a Arquitectos, Ingenieros, Agrimensores, y otros profesionales de la construcción, equiparándose la actividad especialmente con la del Arquitecto, aunque con las limitaciones mencionadas (de las cuales los arquitectos carecen), teniendo igual estatus en las obras de menor escala.
Comúnmente se asocia al estatus de albañil, aunque incorrectamente, dado que este, es un operario más de la gama de los intervinientes en una construcción estándar, como también lo son los electricistas, plomeros, carpinteros. El Maestro Mayor de obras tiene autoridad sobre todos estos, y a su vez, es quien coordina, controla y dirige la actividad de los mismos, al mismo modo que un director de cine, dirige, señala y controla la entrada, participación, y salida de actores en una misma obra. Esencialmente, es el mismo estatus de autoridad.
Indistintamente, se otorga a los maestros mayores de obra una formación más técnica o detallista que la que se otorga al arquitecto, quien cuenta con una perspectiva más artística, y una visión más global o urbanística. Pese a esto, el término involucra tanto colegiados que ejercen un papel equivalente al del arquitecto (siempre dentro del marco permitido por los entes reguladores) como a los que también se equiparan al papel del capataz o “contratista”, participando muchas veces en el proceso de construcción, sin ejercer una posición de autoridad clara y siendo par de los demás participantes, motivo por el cual generalmente el término "maestro mayor de obras" se liga erróneamente al de "albañil".
Debe también diferenciarse al MMO del "técnico constructor", que virtualmente son equivalentes en sus rangos, aunque el Maestro Mayor de obras posee conocimientos sobre arquitectura e ingeniería que el segundo no posee, ya que la incumbencia prácticamente se limita a un papel similar al del albañil, o bien, como capataz o jefe de obra. Generalmente, las autoridades municipales notan esta diferencia, y tal como sucede entre el arquitecto y el maestro mayor de obras (subsuelo, planta baja y tres pisos, con dependencia en terraza.), también al técnico constructor respecto a este último se les sindica un límite de superficies (menor a la del MMO) y alturas inferior (solo construcciones horizontales), siendo estos actores con carácter profesional de menor escala.
Hoy día, puede conocerse al maestro mayor de obras también como "jefe de obra", que no es necesariamente un actor en la construcción de una obra, pero sí tiene injerencia sobre todos los que actúan en ella.
Si desarrolla su trabajo bajo la órbita de un arquitecto o estudio de arquitectura, tiende a ser relegado al papel de "capataz", ignorándose el real estatus y capacidades adquiridas, por ser que el maestro mayor de obras y el arquitecto, a salvedad de la gama de obras en las que sólo este último tiene injerencia, se hallan en franca competencia directa.
Esto, de todas formas, no es un parámetro general, y existen innumerables casos en que se establecieron sociedades entre Arquitectos (diseñando), Ingenieros (calculando) y MMO (dirigiendo), con mucho éxito, con la participación activa de los tres profesionales en sus ramas específicas.
Gentileza de mi amigo y colega Luciano Pedroza